Aquí Roleman retransmitiendo desde Tokyo: son las 20.30 de un día aciago porque un dragón mecánico está destruyendo la ciudad. ¡Oh! Parece que un panda gigante lo derriba, ¡nuestro salvador! Esperad, ¡no! ¡El panda también está destruyendo edificios! ¿He dicho panda? Quería decir un ciberconejo…
Pues yo sigo sin verle la gracia a lanzar tantos dados.
¡Aguafiestas!
El juego que estaba describiendo es King of Tokyo, diseñado por el mismísimo Richard Garfield, creador de Magic: The Gathering.
Un juego ligero de…
¡Ligero pero bonito!
Un juego ligero de dados con reglas sencillas. Lanza los dados, reserva algunos y vuélvelos a lanzar. Hazlo una vez más. Haz cosas con los resultados y le toca al siguiente.
No seas soso. Los monstruos de King of Tokyo se debaten el control por la ciudad. Para ello, pelean entre sí por estar en el centro, mientras los demás permanecen al acecho en busca de su momento para atacar.
Lo que yo decía: tira los dados y aplica los resultados. Hay dos maneras de ganar a King of Tokyo: siendo el último monstruo con vida…
¡Buuuh! ¡Eliminación de jugadores! ¡Fueraa!
Siendo el último monstruo con vida u obteniendo 20 puntos de victoria o más. Estos puntos se consiguen…
Con los dados… ¡buuuh!
Los puntos se pueden conseguir con los dados o también permaneciendo en Tokyo o entrando a Tokyo. Pero claro, estando en Tokyo eres más vulnerable al ataque de los otros monstruos.
Claro. A los monstruos que están en Tokyo los atacan todos los demás monstruos para poder entrar. Y los que están dentro de Tokyo atacan a todos los demás. Pero claro… suele haber más monstruos fuera que dentro.
¡Buuuh! ¡Fuera! ¡Más monstruos fuera que dentro! ¡Buuuh!
Hasta ahora tus abucheos habían tenido sentido, Competitiveman. En fin, hay 6 dados y cada dado tiene 6 caras distintas: 1, 2, 3…
…piedra, papel y tijera.
Pues no. 1, 2, 3, garra, rayo y corazón.
Si sacas tres números iguales, ganas esa misma cantidad de puntos. Y por cada número por encima de los tres, un punto extra. Así, si sacas: 1, 1, 1, 1, 2, 2, te llevarás 1 punto por tener al menos tres unos, más un punto por tener un uno extra, más cero puntos por tener solo dos doses.
Las garras sirven para dañar y los corazones para curar. Cuando estás fuera de Tokyo, las garras dañan a los monstruos de Tokyo. Un monstruo dañado por otro de fuera tiene la opción de cederle entrar a Tokyo (normalmente para seguir viviendo). Si sacas garras estando en Tokyo, dañas a TODOS los demás monstruos de fuera de Tokyo, razón por la cual no suelen dejarte estar en Tokyo mucho. Los corazones curan, pero solo si estás fuera de Tokyo.
Pero claro, para atacar desde dentro de Tokyo primero tienes que entrar y luego tiene que pasar una ronda entera para que puedas volver a jugar y atacar desde dentro. Ronda que los demás aprovecharán para causarte heridas, así que posiblemente ellos entren en Tokyo y les pasará lo mismo. Un tira y afloja… con dados.
¡Pero qué bonitos y grandes los dados!
El último resultado de los dados que nos falta por comentar es el del rayo. Los rayos son cubitos de energía que se usan para comprar cartas (hay 3 mostradas de un taco para que los jugadores elijan). Estas cartas tienen efectos inmediatos o permanentes. Y ya está, el juego no tiene más.
Pros y contras
¡Pros! Es un juego muy temático y que entra por los ojos. ¡Monstruos que están en pie destruyendo la ciudad!
¿En serio tengo que decir un pro de esto? Pues…, a veces puedes tomar alguna decisión… al comprar cartas.
¡Dados enormes! ¡Dados bonitos!
Está bien eso de que los monstruos de Tokyo ataquen a todos los demás y viceversa, porque produce una situación de todos contra uno y uno contra todos en el que el uno va cambiando.
¡Contras! Los monstruos en realidad están ganando puntos de victoria en vez de destruir la ciudad. ¿Por qué?
¿Por dónde empezar? Un juego con eliminación de jugadores que se supone es rápido pero se puede prolongar indefinidamente, sobre todo cuando quedan solo dos monstruos con mucha vida y pocos puntos de victoria.
Vale, vale, Competitiveman. El tiempo entre turnos se puede hacer tedioso porque pueden jugar bastantes jugadores.
La mecánica para comprar cartas no me termina de convencer, porque los rayos se consiguen a un ritmo muy bajo y los poderes no suelen compensar el precio que se paga por ellos. Además, la recompensa por entrar en Tokyo también me parece demasiado baja para el riesgo que supone: a los monstruos les interesa muchas veces quedarse fuera y por lo tanto prácticamente no tener interacción.
Quedáis advertidos sobre King of Tokyo. Quizá todos los fallos que le vemos se arreglen con King of New York…
¿King of New York? ¿Con posibilidad de destruir edificios y cosas así? ¡HYPEEEEE!
Reblogueó esto en Cosas tontacas / Humor, cine, videojuegos y otros vicios.
Se supone que el objetivo «real» de los monstruos no es destruir la ciudad, es llamar la atención. Los puntos de victoria son la atención que ganan los monstruos, de ahí que cartas como «Ejercito» te den puntos de victoria.
Pro: Es endiabladamente adictivo (y dejan de ser iguales los monstruos a la hora de jugarlos) en cuanto te compras la expansión del Panda.
Contra: Hubiese querido miniaturas en lugar de cartones planos para los monstruos y el básico debería haber traído las cartas de evolución.
Roleman:
Cierto. Lo de la atención se me había pasado tras jugar varias partidas. De leerlo en el reglamento solo, pero no creo que se traduzca muy bien a mecánicas de juego.
Hypeman:
Sí es adictivo, sí. Como es adictivo leer comentarios en el blog :D.
El juego cambia mucho (para mejor) cuando añades la expansión Power Up
Mechman:
Eso parece sí, ¿y no lo habrán hecho a propósito para que la tengas que comprar?
Hypeman:
¡Mal pensado!
Es posible pero cambia lo suficientemente el juego como para ser casi obligatoria y tampoco es muy cara, y le da un poco de profundidad al juego ya que todos los monstruos tienen más poderes y se pueden montar buenos combos. El problema es que ciertas cosas que incluye como dar un tipo a cada monstruo ( tipo mutante, tecnológico, etc) no se usa para nada en esta expansión ni en el básico de hecho en el reglamento te emplazan a una próxima expansión ( que tiene delito el asunto).