¡Vaya fiestaca la de anoche!
Claro, como al señorito no le tocó recoger…
Porque no le quedaban puntos de acción…
La fiesta fue un éxito gracias a mi juego de asesinatos y lo sabéis.
No vale argumentar con un «y lo sabéis», ¡es irrefutable!
¡Cuéntales a nuestros lectores de qué va eso!
El juego de los asesinatos no es nada original, que yo sepa, pero os lo voy a contar igual.
1. Consigue una lista de los invitados.
2. Ordénalos según algún criterio (alfabético, orden de llegada, incluso el aleatorio)
3. Escribe en tarjetas, papeles o lo que sea lo siguiente:
3.a. Por un lado, el nombre de la persona, para saber a quién se lo das a la hora de repartir.
3.b. Por el otro lado, pones «Objetivo: [Nombre de la siguiente persona en la lista] (para el último, el siguiente será el primero)» y también pones «Muerte: [Condición de muerte]».
3.c. Esto se hace para todos las personas de tal manera que se haga un círculo de asesinatos.
4. Durante todo el evento, no es un juego que se juegue activamente sino que va surgiendo, los jugadores podrán anunciar que han cumplido la condición de asesinato de otro jugador. Si es así, ese otro jugador quedará eliminado del juego y le dará su tarjeta a su asesino, de tal manera que este tendrá un nuevo objetivo: el del jugador al que mató.
5. Ganan los dos últimos jugadores vivos.
Ejemplo: Hypeman – Objetivo: Roleman – Muerte: Consigues que juegue una partida a un juego abstracto.
Como ejemplos de «causas de muerte»: que esa persona diga tal palabra, que esa persona se siente en una silla que le cedas, que beba de tu vaso, que te traiga una cerveza, las posibilidades son ilimitadas…
Siempre está guay, si conoces a las personas, utilizar condiciones de muerte más específicas, como por ejemplo, si tu amigo es fanático del Mage Knight, puedes hacer que muera si dice lo mucho que le gusta.
¡Cómo me gusta el Mage Knight!
Este juego tiene un fallo crucial y es que si juegas con gente tan competitiva como yo, en vez de animar la fiesta la apagará, porque nadie se atreve a hacer nada por si es causa de muerte.
Pero… ¿y la ilusión que hace engañar a alguien para conseguir su condición de muerte? ¿Eh? ¿Eh?
Otro problema que tiene es que cuando alguien intuye cuál es su condición de muerte, no lo vas a pillar. Es posible, entonces, que el anfitrión, que no juega, por cierto, cambie la condición de muerte de algún jugador.
Bueno, a pesar de todos estos fallos, ayer nos pidieron otra partida :D. Así que si lo probáis, queridos lectores, ya nos contaréis cómo os fue.
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