¡Hemos vuelto!
¡Esta ha sido la semana más lúdica de nuestra vida!
¿Tú crees?
Pero no será la más lúdica de nuestra vida.
Esa es la actitud.
La semana empezaba el martes con una maratón de 11.00 a 23.00 con la gente de Compostelúdica. Jugamos una larga partida a Starcraft con expansión (que le queda genial, por cierto).
Tras esto, cayeron unos cuantos Avalon, un Forge War y un I’m The Boss. Ademas de un London After Midnight mientras esperábamos para continuar la partida de Starcraft.
¡Qué larga fue!
Eso dijo ella.
¿Quién, la partida?
…
Día 1
Tras este precalentamiento, el jueves comenzó la Hobbycon en A Coruña.
¡La mesa de prototipos ya estaba montada y teníamos al primer intrépido jugador intentando pasarse el Megaman III: solitario!
¿Lo consiguió?
Sí, pero no a la primera.
También hubo jugadores de Quest Stories.

Primeros jugadores de Quest Stories, también conocido como La Taberna, al parecer ;). El tabernero mira escéptico a los otros jugadores, sus equipos son patéticos.
El día 1 terminaba con gritos de «¡Monstruo!».
¡Porque estábamos jugando al Mix It! El nuevo juego de Manu Palau del que os hablaremos pronto.
Día 2
El día 2, viernes, nos traía a más gente todavía.
¡Y comenzaba como había terminado el anterior!
¡Monstruos!
Más adelante apareció la gente de Cheyenne y estuvimos atrapados un buen rato con Ricochet Robots, Kamisado y Tash-Kalar.

Sonó la alarma de incendios del humo que salía durante estas partidas de Kamisado (delante) y Ricochet Robots (detrás).
Y cuando aparecieron los de ModGame&Art fue cuando nos empezamos a mirar los unos a los otros con ojos sospechosos.
¿Por qué? ¿Os odiáis?
No, porque estábamos jugando a Room 25, un juego de roles ocultos en el que si empujas a otro ya te tachan de traidor.
Normal.
Para terminar de sospechar los unos de los otros, probamos el seguro nada fácil de encontrar en tiendas The Name of The Rose, en el que cada jugador encarna en secreto a un monje que tiene que procurar parecer el menos sospechoso del asesinato. Si visita lugares en los que tiene tareas que hacer, todo normal. Pero, ¡ay! Como se te ocurra ir a la biblioteca sin polvo que barrer, ¡sospechoso!
Y en cuanto a prototipos…, probamos Hideout. Sus autores prefieren permanecer en el anonimato, porque piensan presentarlo a concurso: ¡y no me extraña!
¡A mí me moló!
Y a mí. Se trata de un pequeño juego de cartas muy loveletteriano en el que los jugadores han de tratar de averiguar en qué localizaciones se encuentran sus oponentes (de entre las 14 que hay) a base de ir descartando opciones a medida que ganan información. En tu turno, robas una carta y juegas una carta (de entre las tres que tienes en la mano). Si consigues hacer huir a alguien de su refugio, ganas un punto de victoria.
¡Todo ambientado en un mundo postapocalíptico! Y, para ser un prototipo, ¡ay qué bonita la cajita! No como tus caca prototipos, Competitiveman.
Jo.
Día 3
Día 3. Doce punto cero cero de la mañana. Hobbycon vuelve a abrir sus puertas. Misión de hoy: encontrar a la gente de Quejuego. Pistas para encontrarlos: ninguna.
Y ya nos encuentran ellos. Los compañeros de Tristán se acercaron para echar unas partiditas y de paso estrenar la versión española hecha por Viravi de Hombre Lobo Una Noche y el prototipo de Storytelling. También trajeron el prototipo Ludi Gladiatorii de Tortu Games. ¿Y sabéis qué? Jugamos a todo.
"Una noche El hombre lobo" de @InfoViravi con @1dadode4 @modgameart y @dracoruna en @HobbyConGalicia @Galifotografia pic.twitter.com/HZV34g4OxY
— Juegos de mesa (@quejuego) julio 13, 2015
Ese día también hicimos presentación de ONUS, el juego de batallas históricas:
Y de London After Midnight:
¡Y reaprendimos a jugar a La leyenda de los cinco anillos con el mazo de la grulla!
Sí, estaban allí unos chicos de Santiago enseñando a jugar y regalando mazos de iniciación.
Contad como terminó el día.
¡Eso, eso!
Yo, esto…
Terminamos jugando a Ritmo y Bola. Lo siento, de verdad, por los de las mesas de al lado.
Día 4
Y por fin, el último día.
¡Maldito aire acondicionado, me está matando, cof, cof!
El día empezó con un Machi Koro, en el que, en el turno 1 compré un puerto y una tienda de sushi, mi rival sacó un 1 en su turno, se quedó sin dinero, y todo fue una bola de nieve hacia la victoria.
Pues vaya.
Ese día probamos algunos de los prototipos que nos quedaban, como el de Land of Rivals:
Jugamos una partida a 4 de Ninpô y sucedio algo nunca visto según sus creadores: se alinearon los astros (más bien, los jugadores) para que una patada de uno de ellos empujase a los demás y además atravesase un campo lleno de abrojos. Ah, fui el primero en ser eliminado, por cierto, ¡malditos ataques por la espalda!
¡Uuuuh, Competitiveman perdiendo de primero! ¡Uuuh!
También jugué la prometida partida de Smash Up con MatEffect y compañía. Se enfrentaron los ninjas alienígenas, los gatitos de Cthulhu, los tiburones lobo y los zombies de Tasigur.
Y tampoco ganaste.
Bueno, eso ha sido todo. Pronto vendremos con un análisis más exhaustivo de los nuevos juegos que hemos catado.
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