¡Hola, Mechman! ¡Que caja más verde!
Sí.
¿Y qué tiene dentro?
Croquetas, Hypeman.
¡Qué bien! ¡Mi comida favorita!
Estestonto…
No, Hypeman, es un juego. En concreto…
¿Un día en el mercado? No me suena de nada.
No me extraña, lo cierto es que ha pasado muy desapercibido.
¡No me importa! ¡Hoy jugamos a Un día en el mercado!

Un estresante día de mercado… ¡Y eso es todo antes de abrir! [Imagen propiedad de Henning BGG]
Un día en el mercado es un juego diseñado por Friedemann Friese e ilustrado por Harald Lieske
Claro. Caja verde igual a Friedemann Friese.
¡El señor del pelo verde!
Seguro que el nombre del juego en alemán empieza por F.
Pues sí. Frischfisch.
Que bien pronuncias el alemán, Mechman.

Dos efes por el precio de una. Marca de la casa del señor del pelo verde. [Imagen propiedad de Henning BGG]

Gano.
¿Y qué vendemos, Mechman?
Sabía que me lo preguntarías. Pescado, queso, helados y bebidas frías.
Claro, todo cosas que se estropea con facilidad. Por eso queremos los puestos lo más cerca posible de los camiones de reparto, para vender más fresco.
¡Cuanto sabes, Roleman!
Si se lo acaba de inventar…
¡Mejor aún! ¡Cuán imaginativo e inteligente eres!
Para preparar la partida escogeremos un número de losetas en función del número de jugador. Siempre una más que jugadores.
¡Que guay! ¡Tienen formas diferentes!
Puedes escoger cualesquiera. Y luego, las montas creando un tablero lo más compacto posible.
Compactidad es lo que busco en todos los tableros.
Ahora un lote de losetas de puesto por cada jugador y losetas de mesa de mercado según indica el manual.
¿Me dejas barajar?
Claro. Pero tienes que dejar un lote de losetas de puesto apartado. El resto, barájalo bien todo. Perfecto. 15 monedas para cada uno y las fichas de madera de vuestro color.
La moneda de valor cinco es verde. Es la mejor.
Y solo nos queda una cosa por hacer. Colocar los camiones de reparto en sus posiciones iniciales.
¿Y cuáles son?
Las que queráis, siempre que estén en un borde del tablero y en una zona de tipo 1. Lo que nos obliga rellenar esas zonas con caminos.

¡Al rico helado! [Imagen propiedad de punkin312 BGG]

¡Que sencillo!
Puedes o reservar un sitio, o construir algo.
¡Quiero reservar!
Haces bien, porque es lo que hay que hacer para empezar. Para reservar simplemente coges una de tus seis fichas de reserva y la pones en el lugar que quieres reservar.
¿Sin más?
No, tiene que estar al lado de un camino, de otra ficha de reserva o de cualquier cosa construida.
Parece fácil.
Lo es. La otra opción es construir.
La idea será construir mis puestos cerca y bloquear al resto.
Si. Para construir simplemente coges la primera ficha del bloque de losetas que barajó Hypeman.
¡Y lo hice muy bien!
Si es una mesa de mercado, la colocas en cualquier lugar que tengas reservado, recuperando tu ficha de reserva. Normalmente, estas mesas se utilizan para bloquear el camino al resto de jugadores.
¿Y si robo una ficha de puesto no la pongo?
No. Se hace una subasta ciega. Todo el mundo decide cuanto pujar y lo revelan a la vez. Sólo paga el que gana la puja.
Y lo pone donde tenga reservado.
Exacto. Además, en caso de empate, se lo lleva el jugador empatado que más cerca del jugador activo esté en orden de turno.
¿Y si la que me sale no la quiero poner?
Tienes que ponerla. Así que tienes que tener fichas de reserva para poner lo que salga… Sea lo que sea.
Interesante…

Nunca creiste que reservar una plaza sería algo tan agresivo [Imagen propiedad de diddle74 BGG]

¿Cómo?
El tablero está dividido en regiones. Cada región tiene un uno o un dos, que es la cantidad de construcciones que puede haber en esa zona…
Por seguridad, claro. Hay que cumplir con las normativas y evitar que el mercado quede demasiado lleno. Sería peligroso.
Vale. El caso es que cuando se construye ese número de cosas en una zona, todas las demás casillas se rellenan con caminos, retirando las fichas de reserva que quedaran ahí.
Claro, y así puedes interferir en los planes de los demás. Me gusta.

Cerrando rutas con mesas de mercado [Imagen propiedad de garea37 BGG]

Pues es muy divertido. La primera partida es un poco confusa, pero como es rápido…
A ti siempre se te hace confusa la primera partida. Incluso el tres en raya.
Si, pero es cierto que la primera partida entiendes las reglas, la segunda entiendes el juego, luego ya la tercera juegas bien.
Sí, pero la curva de aprendizaje es liviana, y las partidas cortas.
Y divertido. Encontrar la forma de echar a tus rivales de la zona que necesitas al mismo tiempo que te colocas en una posición ventajosa…
La tensión cuando alguien reserva junto a ti y sabes que sólo puede quedar uno..
.
¡Que sí! ¡Que mola mil!

Según las reglas este tablero es ilegal. Pero oye, seguro que es divertido igual. [Imagen propiedad de garea37 BGG]

Tenemos en la misma caja la versión anterior de este juego. Aún no la hemos jugado, pero es guay que tengamos las dos.
La duración de la partida es muy contenida.
El reglamento es muy sencillo. Y tras un par de rondas todo el mundo conoce las mecánicas del juego.
Es un juego tremendamente agresivo, que da lugar a situaciones divertidas y pequeños piques.
Y ahora, las contras.
La mecánica para construir, robar y lo que salga, subasta… Es parte central del juego, y sin embargo… rechina un poco. Y no sé por qué.
Tema cero. Un euro sin alma.
Que se entiendan las mecánicas, no implica saber ganar. La primera partida de un jugador novel siempre es muy aleatoria.
Un jugador con experiencia siempre machaca a un novato. Aunque después de 3 ó 4 partidas, la primera puede ser muy frustrante.

Y esto es Un dia en el mercado
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