¡Vendo!
¡Compro!
Por 20.000
Demasiado, te lo compro por 10.000.
¡Por 10.000 estoy perdiendo dinero!
Ya, y al precio que están esas acciones por 20.000 voy a perder dinero.
Hypeman, te pago 15.000 y cerramos.
Ok, Competitiveman, tuya la acción de Espabilín.
¡Espera! ¡15.000 te lo daba yo!
Tarde, Roleman, pero tengo aquí unas acciones de salchicha en un tubo…
Hoy jugamos a ¡Pánico en Wall Street!

¡Abrimos el mercado de valores! [Imagen propiedad de power_wong BGG]
¡Pánico en Wall Street! es un juego diseñado por Britton Roney e ilustrado por Marie Avril, Audrey Guiblet, Piccolo, Matthieu Rebuffat, Jennifer Watson y Alyssa Watson
¡Que de gente! ¡Así es de bonito el juego!
En el que entre 3 y 11 jugadores compiten en el mercado de valores por ser el mejor inversor y el mejor empresario del año.
¿Y quién gana?
Un inversor y un empresario.
¿Dos ganadores? Yo no quiero compartir la victoria.
Y no lo harás. Al empezar la partida los jugadores se dividen en empresarios e inversores. Y una vez divididos sólo compites contra los de tu mismo grupo.
Entiendo. Por eso gana un inversor y un empresario. De acuerdo.
¿Empezamos?

Empresas, dinero, fluctuación, rotuladores y, sobre todo, un reloj de arena. ¡Vamos allá! [Imagen propiedad de brroney BGG]

Hay cuatro empresas, la radio hámster en azul, espabilín en amarillo, la almohada antirronnquidos en verde y la salchicha en un tubo en rojo.
¡Con espabilín, el casco infantil, niños formales en un momentín!
Las empresas azules son las más seguras, pero las que menos beneficios proporcionan, mientras que las rojas pueden llegar a dar grandes beneficios pero son muy arriesgadas en cuanto a sus fluctuaciones.
Y el dinero es excepcional. De buena calidad y muy bonito. Y ahora giro el reloj y, ¡Tiempo!

Todo se debe al vil metal… Aunque sea de papel. Y con citas celebres. o algo. [Imagen propiedad de SergioMR BGG]

¿Sin turnos?
Claro. Es lo que mola. Es como un mercadillo.
Si un inversor y un empresario llegan a un acuerdo por el precio de una empresa, el inversor pone su ficha sobre la empresa y el empresario indica el precio acordado en el recuadrito.
Pero luego yo voy ofrezco un precio más alto y entonces el empresario si acepta mi precio pone mi ficha y el nuevo precio, devolviendo la otra a su dueño.
Si. A menos que acordéis un precio de cierre, entonces pones tu ficha por el lado de cerrado y ya esa ficha no puede moverse. Ni el empresario ni el inversor pueden quitarla.
¡Ah! ¿Qué puedo retirar mis fichas cuando quiera?
Si, pero no es buena idea tratar de fastidiar al empresario.
Porque como inversor no compites contra los empresarios, pero los necesitas para ganar al resto de inversores.
Lo que, para mí, es lo que hace de este juego un gran juego.
¡Tiempo!

Te doy 20 por esa. Por menos de 20 no la vendo. Cuidado con el café. [Imagen propiedad de styren BGG]

¡Me pido tirar los dados!
Y el resultado de cada dado indica cuanto aumenta o disminuye el precio de las diversas empresas.
Y después de actualizar los precios en el tablero de fluctuaciones, cada inversor cobra tanto dinero como marque el marcador de fluctuación por cada empresa de ese color.
Y si es negativo, pues paga lo que marca por cada empresa que tenga de ese color, claro.
¡Dinero!

Y las empresas rojas llevaron cayeron en picado [Imagen propiedad de EndersGame BGG]

Obviamente.
Ahora cada inversor debe pagar por todas las empresas los precios acordados con los empresarios.
¿Qué pasa si un inversor no puede pagar?
Que entonces queda en manos del empresario.
¿Cómo?
El empresario puede decidir declarar en bancarrota al inversor y echarle de la partida o pueden llegar a algún tipo de acuerdo para que el jugador siga jugando.
Algo así como, vale, págame la mitad esta ronda y la ronda que viene el resto.
Claro. Pero y si luego no puedo pagar.
Pues lo mismo. Pero claro, si un inversor no paga, el empresario sale perjudicado así que…
Comprendo.

¡A pagar, a pagar! ¡Después de cobrar, a pagar! [Imagem propiedad de fehrmeister BGG]

Los gastos de gestión algo así.
Y el empresario que no pueda pagar, debe vender sus empresas por $5.000 cada una hasta poder pagar.
¿Y si no quiero una empresa puedo venderla porque sí?
No. Sólo si no te queda otro remedio.

Empresarió no te hagas el remolón y paga aunque sea un mogollón [Imagen propiedad de SergioMR BGG]

¿Alguna limitación para las subastas?
Ninguna. Subasta libre.
En realidad si hay una limitación, y es que el billete más pequeño es de $5.000.
Claro…
Y aquí es donde los empresarios la pueden liar. Porque a lo que cada empresa cuesta hay que añadirle $10.000 en cada una de las rondas que quedan.
Exacto.

Las empresas rojas podrían pagar muchos beneficios asi que si saliera otra en la subasta podria ser interesante… [Imagen propiedad de punkin312 BGG ]

¡Es nombrado empresario del año!
¿Entonces el inversor con más dinero es el inversor del año?
Claro.

El destino de los inversores condensado en 4 pequeños hexaedros… [Imagen propiedad de Gamethyme BGG]

Si, la verdad es que es un juego en el que si los jugadores se meten en la partida es bastante divertido incluso de ver.
Barullo, gritos incluso, estrés para conseguir las mejores empresas, el riesgo de las empresas rojas… Un espectáculo.
Y es cortito. En media hora queda liquidado. A fin de cuentas, la ronda de negociación son dos minutos.
¡Estoy deseando que nos juntemos 11 para jugarlo completo!
Pero sobre todo, la gran genialidad es no haya interferencias entre los dos bandos. Es decir, los empresarios no tienen ningún motivo para molestar o beneficiar a un inversor y viceversa, lo que hace que todo sea negociación pura y dura.

Rotuladores autoborrables. Como si fueran escobillas. [Imagen propiedad de siemin BGG]

Un juego sencillito que mantiene a los jugadores inmersos en el juego.
Incluso el tema está bien implementado. Calcular el riesgo, la inversión, los beneficios, la bancarrota…
Y la competición puede ser feroz, entre los inversores calculando si puedo permitirme pagar 5 más por esa empresa y echar al otro… Como inversor saber cuál es el precio máximo que puedo pedir por mis empresas o en la subasta…
Pero también tiene contras, claro. Por ejemplo, si el grupo no está dispuesto a verdulear…
La bancarrota tan bien ideada no parece fácil que ocurra. Y me gustaría que fuera un riesgo más real.
Si hay muchos empresarios y la fase de subastas no es ágil los inversores pueden desconectar… De hecho, los inversores sólo juegan la fase de negociación.
Si bien en la caja pone de 3 a 11 con 3 o 4 jugadores cada jugador tiene los dos papeles, con los que se pierde esa genialidad de que no hay interferencia entre los dos bandos por la victoria, lo que desvirtúa el juego.

Y esto, señores, es ¡Pánico en Wall Street!